junio 24, 2005

Algunas de esas sonrisas que suman los lunes son traviesas y gustan de jugar los domingos a ser profunda congoja; a veces sin querer estrujan tanto al corazón de domingo que tiñen de melancoía un par de semanas. Pero claro, sucede que ese par de semanas quedan color melanco y ausentes de sonrisas de lunes que gustan juguetear los domingos.